Bellas Artes, en Granada, se ha convertido, según los especialistas de la selectiva comunidad de la creación contemporánea, en un filón inagotable de jóvenes artistas andaluces. Si hace unas décadas, Madrid, Barcelona -y quizá Sevilla- ejercían de viveros oficiales del gremio, el impulso periférico de algunos profesores, unido a la intensa labor de investigación dirigida por docentes como Carmelo Trenado, ha conseguido enriquecer el panorama y confirmar la evidencia palmaria de que «algo se está haciendo bien dentro de las facultades, independientemente de opiniones más o menos subjetivas».Granada es pues, hoy por hoy, un referente, y sus alumnos constituyen la punta de lanza de la nueva creación andaluza. Para echar un vistazo a las líneas maestras que siguen estos inventores, artífices y ejecutantes de su propia imaginación, basta con pasar antes de finales de mes por la Galería Benot o el Castillo de Santa Catalina, donde se exponen más de 50 obras de 14 de ellos, entre los que destacan los gaditanos Marta Menacho y Alejandro Del Valle. La exposición pretende dar a conocer los nombres propios de quienes «dentro de muy poco figurarán en primera línea del panorama nacional», abrirles las puertas de «un mundo muy complejo» e incentivarles en la práctica de disciplinas tan dispares como la pintura, la escultura, la instalación o el vídeo.Marta Menacho (jerezana, de 1988) pinta sobre la piel de sus modelos. Es una práctica compleja, que gana fuerza en el directo, aunque la autora fija los cuerpos coloreados en fotografías de diferente formato, con la intención de hacerlos prevalecer. «De entrada causa un gran impacto en el visitante -explica Marta-, pero cuando se presta un poco de atención es fácil apreciar que las posibilidades son infinitas, porque jugar con la figura humana como lienzo encierra un montón de particularidades que convierten las piezas en algo realmente excepcional». La pintora y fotógrafa llegó a esta técnica atraída por la «intensidad del trabajo» y la urgencia de «hacer algo diferente». El paint action le ha servido para atraer la atención de críticos y galeristas, aunque su primera gran oportunidad (exceptuando algunas exposiciones puntuales en su Jerez natal), llega de la mano de Trenado y las instituciones promotoras de Propuestas desde el proceso formativo. «No es que me parezca sólo una gran idea -puntualiza Menacho-, sino que es un impulso en toda regla a los jóvenes creadores, y un premio en sí mismo, sobre todo si tenemos en cuenta el estricto proceso de selección que se ha llevado a cabo entre los candidatos». El comisario de la muestra, Carmelo Trenado, explica el sistema: «Fueron elegidos a través de convocatoria interna; se presentaron algo mas de cincuenta, los suficientes como para dotar de contenido a este proyecto expositivo, en cuyas obras percibimos una más que sobrada calidad y madurez». El prestigioso profesor y conocido artista apunta que «no en vano, responden a ese tipo de alumnos que, conscientes de su papel en la sociedad y el compromiso que establecen con ésta y con ellos mismos, siempre supieron hacer de su trabajo algo aparte de los metodológicos postulados de clase: una total y enriquecedora actividad investigadora».Alejandro Del Valle, el otro gaditano que participa en la muestra, califica la idea como «un verdadero acto de fe». El artista expone algunas piezas representativas de su trayectoria, en lo que considera «una iniciativa arriesgada y valiosa que hay que entender exactamente como lo que es: una gran oportunidad». OportunidadDel Valle, a pesar de su juventud, tiene ya un más que aceptable currículum de muestras personales y colectivas. Sus obras constituyen uno de los principales incentivos de la muestra. «Es un orgullo haber pasado la severa criba de los profesores, y la verdad es que se deja notar esa responsabilidad a la hora de exponer, pero no deja de ser un incentivo». Emilio Luis Fernández (Granada, 1975), es autor de otra de las piezas más llamativas de Propuestas. Un diario íntimo constituido por 900 nódulos de papel de 4 centímetros cada uno y tachuelas de zapatero. «La idea de Benot, la Fundación Municipal de Cultura de Cádiz y Bellas Artes supera el ámbito de lo académico y se convierte en un paradigma de actuación que otros deberían repetir».Alberto Marcos Barbado (Granada 1981), que ya ha cosechado muy buenas críticas gracias a sus singulares composiciones, construidas sobre técnicas tradicionales y contemporáneas, en las que retoma imágenes ya conocidas para brindarles un nuevo significado. Barbado entiende que «la propuesta de Bellas Artes es más que un modelo: es un ejemplo a seguir». dperez@lavozdigital.es
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